Desde los inicios de la evolución de la especie humana, los animales han jugado un papel importante en la vida de las personas y de la sociedad, aportando al desarrollo económico, tanto desde el trabajo como desde la producción; y en la actualidad, los animales de compañía juegan un rol fundamental como miembros de las familias. A pesar de ello, algunas personas no toman la completa responsabilidad del cuidado de sus mascotas, sometiéndolas a maltratos, alimentación insuficiente, inadecuado refugio y abandono parcial o total. Lo anterior ha obligado a los perros y gatos domésticos a buscar alternativas de refugio y alimento para poder sobrevivir, obligándolos a internarse en las zonas rurales, en busca de presas que reemplacen el alimento que debería ser provisto por los humanos. Es así como los perros y los gatos, en su afán por sobrevivir, van adoptando comportamientos ferales o de fieras (de retorno a la vida silvestre), volviéndose cazadores especializados, dominando territorios y cazando tanto fauna doméstica como silvestre; con ello generan una gran afectación al recurso fauna, a los ecosistemas, e incluso pérdidas económicas a los campesinos del territorio afectado. En la actualidad, a pesar de la existencia de normatividad sobre el tema, en Colombia son pocas las acciones de control que se ejercen por parte de las autoridades locales y regionales sobre esta problemática, permitiendo que las poblaciones de perros y gatos asilvestrados aumenten. En este trabajo se presenta la caracterización del conflicto ambiental que generan estos animales, en la Jurisdicción de la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia — CORANTIOQUIA.